martes, 10 de enero de 2012

Sleepless...

Qué feo cuando no te podés dormir.

Así debería terminar el post, pero como no me puedo dormir, voy a matar el tiempo escribiendo un poco más... Estaba acostado, con calor, el ventilador apuntándome de lleno y la ventana abierta a pesar de la lluvia. Sí, todavía con calor. La siesta de la tarde ayudó a que no pegue un ojo. Di un par de vueltas, la abracé a mi novia, le di la espalda, me puse boca arriba, después boca abajo... Y nada. Después me quedé mirando el techo pensando cosas totalmente estúpidas: por qué la gente se divierte tanto con la pirotecnia, cómo llueve, por qué mierda no me puedo dormir, y otros pensamientos que no recuerdo. Y, claramente, nada.
12.354 ovejas, 12.355...
Pensé en venir a la compu a escribir algo sobre esos pensamientos (fundamentalmente sobre la pirotecnia...) pero me pareció demasiado poco entretenido... Igual hice un texto mentalmente, pero tampoco ayudó.
Podría usar la técnica que describí en algún posteo anterior, un vasito de whisky y ver qué pasa, pero no estoy en casa, y no tengo whisky.
Para colmo, me pone inquieto el no poder dormir, y hace que me pique la pierna, ahora el brazo, ahora la espalda (qué difícil rascarse la espalda acostado con alguien al lado), ahora la nariz y la pierna a la vez, ahora nada, pero me rasco de costumbre.
Qué aburrido es estar con insomnio. Un poco fastidioso, pero más bien aburrido. No podés hablar con nadie, no podés ponerte a hacer cosas, no podés hacer un carajo más que estar quietito y sin hacer mucho ruido. Un embole...
Así que retomo este pobre y abandonado blog para ver si plasmar una idea en el monitor me aburre un poco más que el insomnio y me lo saca. Espero que así sea...
Siempre suyo, Yo.